sábado, 28 de mayo de 2011

Traducción artículo Le Monde Trabajo Murcia

"Si no encuentro trabajo este año, me voy de España"

LEMONDE.FR | 27.05.11 | 19h40 • Puesta al día 27.05.11 | 20h00

Murcia (España), enviada especial - Manuel (los nombres han sido cambiados), 28 años, carga algunos cartones de ropa en el coche que le lleva al extraradio de Murcia, en el sudeste de España. "Estoy empezando la mudanza, resopla. Me vuelvo a vivir con mis padres." Igual que uno de cada dos jovenes en la región, está en paro. Y ya no puede pagar el alquiler.

El joven, sin embargo, había puesto la suerte de su lado, optando por una carrera científica y técnica suceptible de interesar a un gran panel de empresas. Tras cuatro años de estudios en ingeniería industrial en la universidad de Cartagena, su elección resulta judiciosa: le contratan inmediatamente en una empresa local de seguridad y videovigilancia. Pero en 2009, la empresa, tocada por la crisis económica, reduce plantilla y lo despide.

"No me dejé desanimar porque pensaba de verdad que encontraría otro trabajo", asegura. Comienza entonces a enviar cientos de candidaturas a las empresas de la región, pero tambien de Madrid y de Valencia, imparte multiples clases particulares de matemáticas, física o ingles y se inscribe en un Master para completar su curriculum. En vano. Tres años más tarde, Manuel sigue en el paro, y el subsidio por desempleo se acaba.

"Si sigo sin tener nada de aqui a fin de año, me iré con mi novia a Alemania. Allí, por lo menos, necesitan ingenieros cualificados", dice, con la mirada llena de esperanza. Hasta ahora, no ha podido salir nunca de su región, pequeña provincia asolada por el paro, entre Valencia y Andalucía, al no haber podido ahorrar. "Con 400 euros al mes, incluso apretandose el cinturon, no se llega muy lejos. Además, le doy una parte del subsidio a mis padres, para ayudarles a pagar la hipoteca y evitar que los bancos les desalojen.", nos confía.

PADRE E HIJO EN EL PARO

Manuel (de dos) et ses parents, José et Cristina.

Manuel (de espaldas) y sus padres, José y Cristina.Audrey Garric / Le Monde.fr

En el salón de la casa familiar, José, 56 años, y Cristina, 53, asienten, con la mirada ensombrecida. Él, está en el paro desde que su pequeña empresa de construcción cerrara por la crisis, como tantas otras en esta región casi enteramente orientada a la construcción. Ella, ha cesado su actividad de profesora de yoga por una grave enfermedad.

"Se podría creer que el destino se ensaña con nuestra familia, pero en realidad nuestra situación es bastante común", se lamentan. Manuel ha perdido la cuenta de los amigos sin empleo o en situación precaria, los llamados "mileuristas" . "Me siento mal por su situación, mucho peor que la nuestra, nos confía Cristina. Mi hijo ha hecho estudios largos, ha aprendido inglés, ha luchado en un entorno competitivo y su situación es la misma que la de su padre, que sólo tiene la selectividad. No se cuando podrá tener proyectos de futuro, pensar en tener hijos."

Manuel sin embargo se alistó a un sindicato un tiempo, para hacer valer sus derechos, pero dió el portazo rapidamente, "desengañado" et "avergonzado" por tanta "corrupción e inacción". "Aquí, el sistema es injusto. Y los políticos, los del PP y los del PSOE son los responsables. Han fundado el crecimiento de la región en un solo sector de actividad, destruido el litoral en una carrera a la urbanización, favorecido a las grandes empresas en detrimento de todas las pequeñas, dejado de lado la educación y la salud", se lamenta.

"DAR ESPERANZA"

Por eso, cuando el movimiento de protesta social de los "indignados" llegó a Murcia, hace 10 días, la familia entera se movilizó, solidarizada por las ganas de luchar. "Asistimos a las asambleas generales, pegamos carteles, firmamos peticiones. Hace años que esperaba una movilización así", nos cuenta la madre, mientras saca de la biblioteca la obra de Stéphane Hessel, Indignaos !, que ha inspirado el movimiento del 15M. Lee uno de los numerosos pasajes que ha subrayado: "Dar esperanza en la confianza."

"No creo que este movimiento vaya a desencadenar en creación empleo, al menos no a corto plazo, pero da esperanzas a los jovenes, asegura Manuel. Desde hace quince dias, me voy dando cuenta que somos miles los que pensamos lo mismo. Esto acabará forzosamente en algo positivo y concreto." Esperanza, sus padres la necesitan también. Cristina espera encontrar trabajo cuando termine su baja por enfermedad. Y José a retomado los estudios para ser enfermero. Ya que ambos deben trabajar hasta los 67 años para recibir una pensión.

Audrey Garric

Traducción por servidor @bac88 sin correción (comentarios son bienvenidos)

original: http://www.lemonde.fr/europe/article/2011/05/27/si-je-ne-trouve-pas-de-travail-cette-annee-je-quitte-l-espagne_1528569_3214.html

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