martes, 28 de junio de 2011

Fly me to the moon



Hoy, veía una entrevista a Jill Tarter, que dirige el proyecto SETI en Fogonazos. El proyecto SETI son las antenas que buscan señales de actividad inteligente en el espacio. Las habreis visto en Contact, y demás pelis hollywoodienses.
Hace comentarios al menos para mi plenamente acertados, y en unos minutos saca todos los temas que a mi me parecen interesantes sobre la exploración espacial.
Antes los niños querían ser astronautas; es el típico tópico. Y era algo en cierto modo bonito, aunque surgiera de una voluntad de dominación de 2 superpotencias (USA y URSS en la guerra fría) que influenciaba a la sociedad.
Los hijos de la 2ª guerra mundial (cuyos padres aún habían sido educados en cierta austeridad, ahorro de recursos, pero sobretodo decencia) crearon en unas decadas un mundo varias veces más desarrollado que el de sus padres.
El salto intergeneracional es brutal: como ejemplo os diré que mi abuelo nació en una granja hijo de campesinos, mi padre nació en un pueblo, hijo de comerciante, y yo he nacido en una ciudad hijo de titulados universitarios y en breve seré ingeniero. En tan solo 3 generaciones del más puro campo, sin agua ni luz, con pozo, animales y cultivos, a la ciudad con conexión internet en el móvil, coche, ordenador...

Y sin embargo preguntas a un niño ahora que quiere ser de mayor, y probablemente responderá cantante, bailarín, presentador o famoso casposo. Eso sin contar que ya mi generación, viendonos el percal, asumimos cobardemente que lo mejor esa sacarse una carrera, una oposición, una hipoteca a 100 años y pasar algunas semanas al año en la manga olvidandonos de la mierda que se respira en la ciudad.

Mi opinión personal es que el interés por el espacio empezó a agotarse cuando los americanos plantaron su bandera en la luna.
La luna siempre ha sido la última frontera por conquistar del hombre. La sociedad occidental se volvió gobernadora del mundo gracias a los descubrimientos de nuevas tierras que conquistar y colonizar. Las americas, las indias... empezando por los conquistadores españoles, portugueses etc, siguiendo por las colonias británicas, francesas etc y acabando por los últimos grandes exploradores de los polos, el himalaya, las grandes fosas oceánicas etc de la primera porción del siglo XX.
Ya solo quedaba nuestro satélite. La luna que tantos amantes han prometido románticamente a sus queridas. El último territorio por conquistar, y la nación que lo consiguiera pondría el punto final a la disputa de quien era la patria más poderosa.
Y efectivamente, los americanos lo demostraron llegando allí los primeros.

Sin embargo, algo salió mal. Ya se veía con Frank Sinatra y su Fly me to the moon. El primer cantante famoso. Un tipo que pasó de estudiar, aficionado al boxeo, con una madre muy social y muy ausente, muy mujeriego, muy amigo de la mafia...
Pero aquí era él el que reclamaba a su baby que le llevara a la luna. Y en efecto, como dice Jill Tarter en la entrevista; ninguna mujer ha pisado la luna aún.
Que atractivo tiene ya llegar a la luna para la mujer si es en plan segundona? Y que vamos a hacer allí los hombres si vamos solos? La formula correcta sería "es un pequeño paso para ESTE hombre, pero un gran paso para el hombre" que no la humanidad. (Porque sinceramente, si la humanidad solo se compusiera de tíos no se vosotros pero probablemente me hubiera pegado un tiro ya.)
Y además, que crédito se le puede dar a una misión únicamente promovida por la voluntad de dominación de una nación sobre todas las demás? no lo veo nada constructivo.


Llegados a la luna dejamos de luchar contra la obesidad infantil...


Jill también saca el tema de la importancia de la idea de que todos somos terraqueos más allá de nuestras diferencias regionales. Yo siempre he pensado que si vinieran extraterrestres a visitarnos, se nos quedaría cara de poker cuando nos preguntaran por qué nos pasabamos la historia serrando la rama del arbol sobre la que estamos sentados, para darnos de palos entre nosotros.
Lo cierto es que tampoco puedo saber si es legítima mi opinión de que somos todos subnormales y deberiamos combinar nuestros esfuerzos en la conquista del espacio, en vez de autodestruirnos. Ya que mi propia idea de conquistar el espacio es algo personal y promovido por la afición a la ciencia ficción y la cienca a secas.
Pero lo que si que parece que se va confirmando, es que es necesario entender que somos los astronautas del planeta tierra, y viajamos por el espacio sin la posibilidad de cambiar de nave (al menos por ahora) y aunque nuestros recursos pueden renovarse, los estamos empezando a gastar descontroladamente. (que bonito, poético y perroflautico pero no menos cierto me ha quedado)

Del mismo modo que la informática pasó de ser algo de frikis a algo necesario, del mismo modo que el desarrollo sostenible está pasando de ser algo de jipis a algo urgente y rentable para la industria, estaría bien que la exploración espacial pasara también a ser un interés común de la humanidad. Como dice Jill, hay mucha confusión en este aspecto y la gente percibe todo lo relacionado con el espacio como algo de locos seguidores de ovnis, geeks de la guerra de las galaxias o incluso tarotistas (mención especial a los que estudian astronomía y les piden que les tiren las cartas....)
Pero lo que no saben es que probablemente no tendrían GPS en el coche, pañales para sus hijos (o sus mayores), formula-1, zapatillas con camara de aire, forros polares, sartenes, velcro, CDs de policarbonato, termómetros digitales, pasta de dientes en tubo, purificadores de agua, café soluble, marcapasos cuando envejezcan, microondas, monitores cardiacos en sus hospitales...
De no ser porque la humanidad un día soñó con volar más allá del cielo.




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