Oh, garabato de mi líquido ocular. Te observo acechando en la periferia de mi visión, pero... cuando quiero mirarte... sales disparado. ¿Éres tímido, dulce garabato? ¿Por qué sólo cuando consigo ignorarte retornas al centro de mi ojo? Oh, mi garabato. Tranquilo, yo te perdono.
3 comentarios:
Azumanga Daioh!
Tienes un garabato en el ojo?
stiwiiiiiiiiiiiiiiiii
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