Don't cry

Bajando a la ciudad con nuestras ropas llamativas, las luces pintan de lunares luminosos el betún de la noche en la ciudad. El asfalto esta que arde, como lava bajo la goma de las zapatillas, pero no tanto como las gachis del local, que son feas y se lo hacen mal.
Subimos a la barra y a tomar y a tomar, pero al higado ya le da igual. Todos esos comecoños miran aturdidos, con cara de desaprobación pero que más da cuando sabes que lo harían como tu, si tuvieran huevos.
La crueldad de una mujer se reconoce por la forma en la que aplastan el cigarro en el cenicero, y aqui no queda ceniza sin pisar.
Pero a ti te da igual, eres una rockkstar! Andas como buscando algo que pisar. Pero solo son las colillas de los demás.
Lo siento nena, veo esa cosa en tus ojos, no pongas esa cara ni ladees la cabeza, esto es una jungla y con paciencia llegan las lluvias de Noviembre.

Solo sal de casa y mueve los pies hasta que acabe la noche, da igual como y donde, te lo agradecerán. Los coches excitan sus claxons y los semaforos confunden los colores. Hay que pagar para entrar y un numero mayor de bolsillos solo ofrece más vanas esperanzas. El alcohol es como el crudo y vale más cada barril, las mujeres son más guapas pero siguen sobrias, más que tu. Las serpientes de la noche ondean con su sinuoso baile, y un corazón roto solo se repara ahorrando presentimientos. Las perchas de cubata sonrien atontados; el sexo daría interes a una piedra.
La ola del último suspiro de un segundo te transporta mecido hasta el siguiente, das tu numero aunque realmente buscas besos humedos. Te cagas en el siglo veinte, y el sol sale a recordarte tu suerte.

Vuelves a casa y las calles son más largas de noche. El pijama se ha escondido tras la almohada y tu cuerpo sudoroso acaba enterrado al desnudo entre las sabanas. Fue un buen día, puede ser, intentare recordarlo la semana que viene.